AGUASCALIENTES EN TIEMPOS PREHISPÁNICOS: Estudios arqueológicos en el geoparque candidato Rutas del Agua y sus alrededores
Sinopsis
Hace poco más de tres años iniciaron los trabajos para postular al geoparque candidato Rutas del Agua y obtener la denominación de Geoparque Mundial de la Unesco. Estos parques son áreas geográficas especiales en las que sitios y paisajes de importancia geológica internacional se gestionan en conexión con todos los demás aspectos del patrimonio natural y cultural de la zona. Es un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sustentable que promueve un sentimiento de orgullo y pertenencia; estimula el incremento de nuevos emprendimientos, siempre con un enfoque de abajo hacia arriba. Los geoparques son una herramienta de desarrollo que ponen en valor la relación inseparable entre los habitantes y su medio ambiente (Canet y García, 2021). Para relatar esta historia y su relación con el agua, se escogieron 14 geositios, seis de importancia geológica: Cerro de San Juan, Montegrande, Cascada de los Huenchos, Sierra del Laurel, Túnel de Potrerillo y Semifosa de San José de Gracia; dos haciendas, Pabellón de Hidalgo y Garabato, que nos ayudan a transitar por el virreinato; tres sitios modernos para reflexionar el presente y futuro del área: el Distrito de riego 01, el Sistema Calles y la zona de producción de guayaba de Calvillo, y tres sitios arqueológicos: Santiago, Cerro de en Medio y El Tepozán, que nos permiten profundizar sobre el pasado prehispánico de la región, una época poco conocida que apenas se empezó a estudiar hace algunos años en el estado y ya está produciendo resultados muy interesantes.
Hace poco más de un año consideramos hacer una exposición sobre arqueología, en colaboración con la Universidad Autónoma de Aguascalientes, para presentar los avances de la investigación realizada en los geositios del geoparque candidato con la intención de articular una relación más íntima entre la investigación, la educación y la divulgación tanto para la comunidad universitaria como para el público en general. Con esto se pretendía atender a uno de los principales objetivos de la Unesco, la generación y difusión de conocimiento. De ahí surge este libro, que consta de ocho artículos.
En el primero, los autores reflexionan sobre el paisaje que se puede observar en el estado y en particular el tipo de vegetación que se encuentra en Aguascalientes. ¿Cómo era ese paisaje antes de la llegada de los españoles? ¿Cómo era su medio ambiente? A partir de esto proponen una metodología para reconstruir esa condición hipotética y la comparan con la situación actual. Por último, y derivado de lo anterior, elucubran sobre las condiciones en que vivieron las poblaciones prehispánicas de la región.
En el segundo texto, los arqueólogos Nicolás y Lailson abordan el geositio Cerro de Santiago; como ya se mencionó anteriormente, es uno de los tres sitios arqueológicos propuestos para el geoparque. En la primera sección contextualizan el sitio en el tiempo y en el espacio como parte de la expansión de la frontera norte de Mesoamérica. Enseguida presentan los antecedentes del proyecto de investigación que nació en 2004. Más adelante se describe el asentamiento, las posibles interacciones que pudo haber en la región y se hace un primer análisis de la industria lítica del área, es decir, de los vestigios a base de roca encontrados en la zona.
En el tercer artículo, el arqueólogo Manuel Dueñas presenta los avances de los trabajos arqueológicos llevados a cabo a partir de 2012 en el Cerro de en Medio. Estas labores incluyen recorridos de campo, levantamientos cartográficos y excavaciones que han puesto al descubierto más de 200 estructuras como patios, casas, altares y silos, así como un sinnúmero de artefactos que actualmente se están estudiando. Incluye la descripción de algunas de las unidades habitacionales encontradas en el asentamiento y análisis de algunos factores que las caracterizan, para luego comentar sobre la vida cotidiana en el lugar. Se presentan dos sistemas constructivos encontrados en el sitio y los resultados de los análisis químicos del piso de una habitación. Por último se describen algunos de los materiales líticos y de cerámica encontrados en el sitio.
En el cuarto texto, la arqueóloga Ana Pelz Marín presenta un panorama general de la región, para luego adentrarse en la descripción de los trabajos realizados en el sitio El Ocote. El artículo menciona su localización, los trabajos de excavación, los hallazgos, los materiales diagnósticos, entierros, una descripción detallada de los sistemas constructivos y los objetos ornamentales elaborados en roca, barro, concha y hueso encontrados en la localidad. En el siguiente apartado, la arqueóloga Miriam Campos Martínez presenta algunos de los resultados de los trabajos realizados en el sitio de La Montesita, entre 2012 y 2016, con enfoque en aspectos específicos de la vida doméstica, como la preparación y el consumo de alimentos, el almacenamiento de productos y los trabajos que realizaban sus habitantes cuando estaban en casa, así como la producción de herramientas. Todo esto a través de la descripción y estudio de la llamada Unidad 2, espacio integrado por dos habitaciones y un patio, los materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones y el análisis químico de los pisos de ocupación.
En el sexto capítulo, el arqueólogo Jorge Luis Jiménez Meza reconoce la importancia del estudio de la cerámica y todo lo relacionado con su producción, para luego pasar a la alfarería prehispánica de Aguascalientes. Comenta los estudios más sobresalientes realizados hasta hoy y sobre algunos de los elementos encontrados: ollas, cajetes, vasos, figurillas humanas y de animales, orejeras, tejos, placas o tablillas, cuentas, esferas, sellos, caracoles, pipas y malacates.
En el penúltimo artículo, la bióloga Karime Pérez Ríos aborda el tema de la fauna prehispánica y su aprovechamiento, un trabajo realizado con materiales de El Ocote, pero que puede ser un indicio muy probable de lo que sucedía en la región dadas las similitudes que caracterizan la zona. ¿Qué animales fueron cazados o colectados en la región durante el Epiclásico? ¿De qué manera fueron aprovechados por los pobladores de aquellos días? Son dos planteamientos que se proponen en el texto. Posteriormente describe las metodologías usadas en la investigación para, finalmente, dar los resultados mediante los cuales podemos conocer los vertebrados y moluscos que fueron colectados en las excavaciones, conocer sobre su uso como alimento, así como para la elaboración de múltiples objetos y herramientas utilizadas con diferentes finalidades.
En el último texto, el historiador Mario Arturo Palacios Díaz desarrolla el tema del patrimonio gráfico rupestre de Aguascalientes. Escribe sobre los antecedentes de los estudios del arte rupestre y sus características en el estado y hace una breve descripción de los hallazgos hechos en 12 lugares, que incluyen un geositio y tres espacios que se encuentran en el geoparque candidato Rutas del Agua.
Los artículos presentan mapas, fotos y reconstrucciones de los sitios y de los materiales descritos. Consideramos que en conjunto este trabajo nos permite una primera mirada al Epiclásico en Aguascalientes, particularmente a la forma en que las comunidades de esos días se relacionaron con su medio ambiente. Es una invitación a conocer y conservar nuestro patrimonio natural y cultural, dentro y fuera del geoparque Rutas del Agua. La postulación de Aguascalientes como un posible geoparque de la Red Mundial de Geoparques Unesco ha sido un punto de quiebre para replantear la forma en que vemos nuestro patrimonio. Esperamos que este sea solamente uno de los primeros productos de esta mirada más integral, más colectiva, más comprometida del terruño.
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